Cada vez es más común encontrar fotos y vídeos de menores en Internet, debido al uso que hacen las familias de los teléfonos móviles u otros dispositivos. Con frecuencia vemos fotos y vídeos de bebés aprendiendo a caminar, jugando, emitiendo sus primeras palabras… y lo mismo con el resto de menores. A esta sobreexposición que hacen los padres de sus hijos se le llama “sharenting”, proveniente del inglés “share” (compartir) más “parenting” (crianza). Como maestras de Educación Infantil, queremos mostrar nuestra preocupación hacia este fenómeno, puesto que revelar datos de los menores, como su fecha de nacimiento, su ubicación o su nombre puede acarrear numerosos riesgos, pudiendo convertirse en el centro de un fraude. Además, hay que sumarle a todo esto que la información que se comparta en Internet sobre ellos puede crearles una huella digital que les puede perseguir en un futuro, cuando sean adultos, pudiendo incluso llegar a dañar o influir en su autoestima. Dar detalles de la vida